El balance general se denomina a veces estado de situación financiera. Muestra el balance de los activos, los pasivos y el patrimonio neto al final del período de tiempo.
El balance general es a veces llamado el estado de posición financiera ya que muestra los valores del patrimonio neto de la entidad. Se puede encontrar el patrimonio neto de la entidad quitando el pasivo del activo total.
Es diferente de la cuenta de resultados, ya que el balance informa del saldo de la cuenta en la fecha del informe. En cambio, la cuenta de resultados informa de las transacciones de la cuenta durante el periodo de referencia.
Si el usuario de los estados financieros quiere conocer la situación financiera de la entidad, el balance es el estado que debe buscar.
2.1 Activos:
Los activos son los recursos que posee una entidad legal y económicamente. Por ejemplo, el edificio, el terreno, los coches y el dinero son tipos de activos de la entidad. Los activos se clasifican en dos categorías principales: Activos corrientes y Activos no corrientes.
El Activo Corriente se refiere a los activos a corto plazo, incluyendo el efectivo en caja, la caja chica, las materias primas, los trabajos en curso, los productos terminados, los pagos anticipados y otros similares que se convierten y consumen dentro de los 12 meses siguientes a la fecha de presentación del informe.
Los activos no corrientes, incluidos los activos materiales e inmateriales, se espera que se conviertan y consuman en un plazo superior a 12 meses a partir de la fecha de presentación del informe. Estos activos incluyen terrenos, edificios, maquinaria, equipos informáticos, inversiones a largo plazo y otros similares.
El inmovilizado inmaterial se carga en la cuenta de resultados de forma sistemática en función de su uso y contribución. En la ecuación contable, el activo es igual al pasivo más el patrimonio. Son crecientes en el debe y decrecientes en el haber.
2.2 Pasivo
El pasivo es la obligación de una entidad con otras personas o entidades; por ejemplo, las compras a crédito, los préstamos bancarios, los intereses a pagar, los impuestos a pagar y los descubiertos.
Al igual que el activo, el pasivo se clasifica en dos tipos: Pasivo corriente y Pasivo no corriente. Los pasivos son las partidas del balance, y representan el importe al final del periodo contable.
Un pasivo corriente es una obligación que vence en el plazo de un año. En otras palabras, se espera que la entidad pague o esté dispuesta a pagar la deuda en un año. Por ejemplo, una compra a crédito en el plazo de un mes debe registrarse como pasivo corriente.
El pasivo no corriente es la deuda u obligación que vence en más de un año o en más de doce meses. Por ejemplo, un arrendamiento a largo plazo que vence en más de doce meses debe registrarse en el pasivo no corriente.
2.3 Patrimonio:
El patrimonio neto es la diferencia entre el activo y el pasivo. Las partidas del patrimonio neto incluyen el capital social, las ganancias retenidas, las acciones ordinarias, las acciones preferentes y las reservas.
La variación de los activos y pasivos a lo largo del período afectará al valor neto del patrimonio neto. Se puede calcular el valor neto de los fondos propios de una entidad restando los pasivos de los activos.
Los ingresos o pérdidas netas de la empresa registrados en la cuenta de resultados durante el período se sumarán al saldo inicial de las ganancias retenidas o las pérdidas acumuladas.